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            IDA RODRIGUEZ PRAMPOLINI. 
             
            Introducción al Catálogo de la exposición 
            Esculturas de Juan Soriano.  
            Museo del Palacio de 
            Bellas Artes. INBA. México, octubre de 1966.  
             
            El estadio de preponderancia funcional, implicito en el arte de la 
            Cerámica, ha sido sublimado en muchas culturas antiguas que 
            han logrado convertir la mezcla de tierra y fuego en algo mas que 
            un utensilio de la vida diaria. Las búsquedas de Soriano están 
            dentro de esta dirección. La inquietud de su talento demostrada 
            en la ambivalencia abstracto-realista de su obra pictórica, 
            se refleja, desde luego, también en su escultura, ya que el 
            material utilizado es, en cierta manera, un enemigo. Soriano lucha 
            por darle al barro una novedosa dignidad y calidad a través 
            de la interrelación activa de volúmenes y espacios, 
            de juegos o ensayos con colores, texturas y dimensiones, de barroquismos 
            y hasta malabarismos, a veces graciosos, otras desgarrados. Busca, 
            como lo hace siempre, el problema, difícil y torturante. 
            Pero, en definitiva, ¿no es que Soriano esta recogiendo el 
            mismo problema que apasiono a los pueblos del México antiguo 
            también? La Cerámica de Soriano viene a revivir la tradición 
            del barro prehispánico. Las urnas, los braceros, las figuras 
            y animales tienen, en su mágica expresividad, un parentesco 
            extraño con la obra de este artista. 
            Los creadores de hoy, en su desesperado intento por darle al arte 
            una función espiritual, no han escatimado esfuerzos y búsquedas. 
            Soriano es un buen ejemplo. El acto de recoger una expresión 
            de la vida mítica y religiosa de las propias raíces 
            de su tierra e injertarle el lenguaje de su época, lo convierte 
            en un hacedor de objetos cuyo valor primordial reside 
            en que son el testimonio y uno de los mas profundos de 
            un hombre que se ingenia en justificar, en un tiempo adverso, la creación 
            artística. 
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